FACME ha redactado unas recomendaciones actualizadas sobre la realización de pruebas COVID antes de una intervención quirúrgica. Se elimina la necesidad de realizar pruebas diagnósticas de COVID-19 a todos los pacientes antes de la cirugía. El objetivo es evitar que protocolos elaborados en etapas previas a la vacunación supongan actualmente una pérdida de oportunidad terapéutica para los pacientes. Un test diagnóstico positivo no es necesariamente motivo de aplazamiento de la cirugía. Debe llevarse a cabo una valoración individualizada del caso.